domingo, 7 de septiembre de 2008

.Dislipidemias.


DISLIPIDEMIAS


Dislipidemias: Cantidad irregular de lípidos en sangre

Los lípidos sanguíneos son apenas solubles en agua, por lo que precisan mecanismos particulares para su transporte en la sangre y en los líquidos extracelulares.

Se asocian a las proteínas, formando con ellas unos compuestos que se comportan como cuerpos solubles: las lipoproteínas por ejemplo LDL, HDL, VLDL.

El diagnóstico de dislipidemias o hiperlipidemias se basa en determinaciones de laboratorio de la concentración de colesterol y triglicéridos en el plasma. Cuando el diagnóstico de laboratorio es incierto, un análisis de lipoproteínas puede determinar si existen valores anormales de lipoproteínas.

Existen varios tipos de transportadores , de los cuales los más importantes son:

v Lipoproteínas LDL que se encargan de transportar el colesterol dejando que se deposite en las paredes de los vasos sanguíneos, es el "colesterol malo".

v Lipoproteínas HDL que recogen los excesos de colesterol de las arterias facilitando su eliminación, es el "colesterol bueno".

Cuando se come mucha grasa saturada (embutidos, tocino, quesos grasos), el hígado fabrica muchas lipoproteínas LDL; si no hay suficientes HDL, el colesterol quedará pegado a las arterias apareciendo la temida arteriosclerosis y todas sus graves consecuencias.

Así pues, para evitar estas complicaciones debemos aumentar las HDL "colesterol bueno" y disminuir las LDL "colesterol malo". Esto se logra realizando ejercicio físico, llevando una vida sana y siguiendo una dieta saludable, baja en grasas y colesterol y rica en fibra. Por el contrario, el tabaco, la vida sedentaria, el alcohol, las grasas saturadas y la obesidad disminuyen las HDL y por tanto favorecen el daño de los vasos sanguíneos.

Las anomalías lipídicas plasmáticas incluyen:

1) elevación del colesterol total,

2) una baja relación de colesterol total-HDL, o

3) un LDL-colesterol elevado.

Las hiperlipidemias relacionadas con la dieta observadas más frecuentemente en la práctica médica son una elevación de la cifra de colesterol en sangre que se asocia con concentraciones anormales de LDL y un valor elevado de triglicéridos en sangre que es debido a concentraciones anormales de VLDL.

Las correlaciones de población entre el colesterol total y el LDL colesterol son firmes. Los valores de lipoproteínas que se considera que implican un riesgo de enfermedad cardiovascular son:

1) LDL colesterol mayor de 130 mg/100 ml,

2) HDL colesterol menor de 45 mg/100 ml, y

3) Colesterol total mayor de 200 mg/100 ml.

Los valores ideales serían Colesterol inferior a 200mg/100ml; HDL mayor a 35mg/100ml; y LDL menor a 130 mg/100ml

Hipertrigliceridemia

La hipertrigliceridemia refleja a menudo la presencia de condiciones asociadas a un aumento de los riesgos de enfermedad cardiovascular, como son la obesidad, la diabetes y las cifras de HDL disminuidas.

Incluyen la acumulación de lipoproteinas y un aspecto "lechoso" del plasma.

La mayor parte de los casos límite son causados por factores exógenos o secundarios que aumentan el valor de triglicéridos, como obesidad, diabetes no controlada, hipotiroidismo no tratado, afección renal crónica, hepatopatía e ingestión excesiva de alcohol. Triglicéridos menores de 160 mg/100 ml con colesterol normal no implican un riesgo de enfermedad.

Los datos que relacionan valores altos de triglicéridos en plasma con enfermedad cardiovascular son contradictorios.

Existen otros tipos de hiperlipidemias.

Lípidos: colesterol

Cuando existe hipercolesterolemia o antecedentes familiares de problemas con el colesterol, sin duda es conveniente cuidar la dieta. Para ello, hay que reducir el consumo de alimentos con alto contenido de colesterol, grasas saturadas (animales) y grasas trans o aceites vegetales hidrogenados. Sin embargo, es importante que la composición alimenticia sea lo más variada posible y con el aporte necesario de vitaminas, minerales, entre otros. A continuación qué comer y qué evitar para cuidar el nivel de colesterol.

Alimento

Consumir

No consumir

Consumo restringido

Leche y derivados

Descremada
Yogur diet
Quesillo
Queso ricotta

Entera
Quesos grasosos
Crema de leche
Helado de crema
Postre de leche envasado

Semidescremada
Queso fresco

Huevos

Clara de huevo


Yema (dos a tres unidades semanales)

Carnes

Pollo y pavo sin piel
Jamón de pavo y/o pollo

Embutido.

Cerdo.

Cordero.

Vacuno cortes magros.

Aceites y grasas

Oliva
Maíz
Pepita de uva
Soja
Cártamo
Canola

Mantequilla
Mayonesa
Manteca
Tocino
Pato
Margarinas corrientes

Margarina diet

Mayonesa con fitoesteroles

Pescados y mariscos

Pescado en general Mariscos de concha (moluscos)

Mariscos crustáceos (langosta, centolla, camarones, gambas y langostinos)


Verduras y leguminosas

Todas las frutas y verduras, en especial paltas y aceitunas. Todas las leguminosas

Frutas y verduras fritas o preparadas con crema, mantequilla, crema de leche o quesos grasosos


Farináceos y cereales

Pan integral Galletas y cereales con fibra Galletas de soda y agua Avena, arroz, fideos y tallarines sin huevo

Pan amasado
Galletas con crema
Croissant Pastas al huevo Facturas.

Productos de pastelería.


La repercusión en el organismo depende de los depósitos de colesterol que tiene lugar en células y tejidos, cuando se deposita en la pared arterial contribuye en la formación de la placa de ateroma, secuela fundamental de la hipercolesterolemia, constituyendo así el principal factor de riesgo coronario. El tratamiento debe reducir el nivel elevado de colesterol LDL y aumentar el nivel de colesterol HDL.

Si haciendo la dieta el colesterol no desciende en todos los casos, en la mayoría se indican fármacos y se deben modificar los hábitos y estilos de vida de los pacientes, como por ejemplo el tabaquismo y vida sedentaria.

Las tres variables de alimentación que en exceso elevan el nivel del colesterol son 1. Las grasas saturadas (grasas sólidas del reino animal) 2. El colesterol (grasa que se encuentra en productos animales) 3.las grasas trans 4. El valor calórico total

La regla básica para el tratamiento de este tipo de problemas es que el paciente baje de peso llegando al peso “deseable”.

Para que la alimentación sea apetecible y variada, existen alternativas que se pueden incluir en la alimentación de personas con este tipo de enfermedad. Tal es el caso de los sustitutos de las grasas. Con la finalidad de reducir los niveles de colesterol en sangre se recomienda la incorporación de alimentos con ácidos grasos omega 3 y omega 6.

El colesterol un compuesto similar a las grasas que se encuentra en las células del cuerpo y es utilizado para formar las membranas, ciertas hormonas y otros tejidos necesarios. Proviene de dos fuentes: el que se produce en el cuerpo, principalmente a nivel del hígado (endógeno), y el que se encuentra en los alimentos (exógeno) exclusivamente de origen animal.

Existen factores genéticos: los genes influyen en cómo el cuerpo produce y administra el colesterol; edad y sexo: los niveles de colesterol sanguíneo, en ambos sexos, comienzan a aumentar a partir de los veinte años. Antes de la menopausia, las mujeres suelen tener valores inferiores a los que se observan en hombres de la misma edad, pero luego de ella, los niveles de colesterol LDL aumentan y, con ellos, el riesgo de enfermedad coronaria; estrés: si bien no ha sido demostrado que el estrés crónico pueda elevar los niveles sanguíneos de colesterol, se considera que este puede conducir a tener hábitos insalubres, como comer en forma impulsiva alimentos ricos en grasas.

Otros esteroles como determinados esteroles vegetales (ß-sitosterol) no son bien absorbidos y además compiten con la absorción del colesterol. Esta propiedad ha conducido al uso de emulsiones de esteroles vegetales como terapéutica para reducir la hipercolesterolemia.

Se sabe que existe una relación directa entre el exceso de colesterol en sangre (hipercolesterolemia) y la aparición de enfermedades cardiovasculares. Cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares nos estamos refiriendo fundamentalmente a:

v Infarto de miocardio y angina de pecho

v Trombosis cerebral (ACV)

v Falta de riego sanguíneo en las piernas

Todas estas enfermedades se deben a la presencia de ARTERIOSCLEROSIS. Arteriosclerosis significa endurecimiento de las arterias y se produce porque en el interior del vaso sanguíneo se desarrollan unas lesiones llamadas placas de ateroma. Las placas de ateroma están formadas por depósitos de colesterol, que pueden iniciarse en la infancia, y que cada vez se van haciendo más grandes, pudiendo llegar a obstruir la luz del vaso y entorpecer la circulación sanguínea

El riesgo aumenta gradualmente a partir de cifras de colesterol total superiores a 180 mgs/dl. así pues, aunque pueden existir otros factores, el mayor riesgo radica en la presencia de colesterol elevado.

La instauración de una dieta adecuada es el primer paso para bajar el colesterol elevado o para mantenerlo en el nivel adecuado.

Aunque los resultados no son inmediatos, el consejo dietético es la mejor y más saludable herramienta para controlar el colesterol.

Toda dieta para controlar el colesterol debe ser:

POBRE EN GRASAS, especialmente saturadas. Las grasas totales deben representar menos del 30% del valor calórico total de la dieta, y de éstas menos del 10% deben ser saturadas. Las grasas saturadas favorecen el depósito del colesterol LDL en las arterias y son las que se encuentran en las carnes grasas, leche, quesos, manteca, embutidos, etc.

RICA EN GRASAS INSATURADAS, por el contrario, son típicas de los aceites vegetales y los pescados en gral y azules en especial, protegen de la arteriosclerosis, pues elevan el colesterol HDL

POBRE EN COLESTEROL: debe contener menos de 300 mgs de colesterol al día. Los huevos, el hígado y los mariscos son ricos en colesterol.

RICA EN FIBRA: la recomendaciones diarias de fibra se sitúan en torno a los 30-50 g, Las verduras, frutas y legumbres son alimentos ricos en fibra.

RICA EN PROTEÍNAS DE ORIGEN VEGETAL, son mejores que las animales que van acompañadas de grasa. La soja es un buen ejemplo de proteína vegetal con alto valor biológico.

EVITAR EL SOBREPESO. Si es necesario se instaurará una dieta hipocalórica. En cualquier caso el peso deberá mantenerse dentro de unos límites de normalidad.

REALIZAR EJERCICIO FÍSICO MODERADO pero de forma regular: unos 30 minutos al menos cuatro veces por semana, caminar, correr, nadar. Recuerde que antes de iniciar un ejercicio si hace tiempo que no lo practica debe consultar con el médico, especialmente si existen problemas cardíacos o articulares.

DEJAR DE FUMAR. Esta medida es útil no sólo para prevenir el exceso de colesterol, sino también para otras enfermedades como osteoporosis, cáncer, cirrosis hepática, etc.

Tomarse la vida con más calma y realizar revisiones médicas con regularidad.

Sugerencias prácticas:

v Preferir preparaciones de alimentos horneados, al vapor o cocidas en vez de fritas (no agregar cremas, salsas grasosas, etc.).

v Escoger mas a menudo alimentos ricos en hidratos de carbono complejos y fibra como panes y cereales, leguminosas, frutas y verduras. Estos prácticamente no contienen grasa ni colesterol. Usar estos alimentos para sustituir otros que contengan más grasa y colesterol.

v Escoger cortes magros de carne y quitar la piel del pollo antes de cocinarlo.

v Emplear productos lácteos descremados o semidescremados en vez de los enteros.

v Aderezar los alimentos con limón, vinagre y especias en vez de crema, mantequilla, manteca, aceite o aderezos industrializados.

v Escoger para el desayuno alimentos bajos en grasa como cereal, pan y fruta.

v Limitar el consumo de productos de panadería altos en grasa.

v Cuando utilice grasas en la preparación de alimentos, preferir aceites vegetales como el de oliva, de girasol, de maíz o de soja a las grasas de origen animal (ej. manteca).

v Limitar el consumo de alimentos altos en colesterol, como son las vísceras, las carnes grasosas y los huevos.

v Hacer ejercicio habitualmente, como una medida para mantener un equilibrio entre la energía que se consume y la que se gasta, ayudando así a controlar el peso.

v Nota: el colesterol sólo se encuentra en alimentos de origen animal; ningún alimento de origen vegetal lo contiene.

Cómo bajar los niveles de Colesterol

Si bien existen consignas y métodos generales, cada plan debe adecuarse a los hábitos y forma de ser de cada persona.

Una buena alimentación diaria es, sin duda, uno de los pilares más importantes para poder controlar el colesterol y mantenerlo dentro de los valores normales. Si bien lo ideal es que la incorporación de esos hábitos comience desde los dos años de edad y se extienda hasta la vejez, nunca es tarde para comenzar.

Es importante incorporar alimentos como:

- hortalizas: ajo, cebolla, hortalizas de hoja, zanahoria, calabaza, tomate

- frutas frescas: cítricos, kiwi, banana, manzana, durazno, damasco, melón, frutillas, peras, uvas

- frutas deshidratadas: ciruela pasa, orejones de durazno, de pera, de damasco, de manzana, pasas de uva

- frutas secas: nueces, almendras, avellanas, castañas, maníes

- cereales: avena arrollada, salvado de avena, centeno, cebada, germen de trigo

- legumbres: soja, lentejas, porotos, garbanzos, habas, chauchas

- semillas: lino, girasol, sésamo

- pescados de mar: merluza, corvina, pescadilla, lenguado, mero, palometa, róbalo, congrio, pez ángel, pejerrey, pez palo

Todos estos poseen en general alto contenido en hidratos de carbono complejos, fibras solubles y ácidos grasos omega-3 entre otros nutrientes, lo cual favorece a la menor absorción de grasas saturadas y colesterol.

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